Erase una vez un joven inglés que deseaba ser sombrerero, pero no uno cualquiera, sino un sombrerero mágico. Él soñaba con crear pequeños mundos que cubrieran las cabezas de las personas. Mundos repletos de imaginación, historias y belleza, para ello estudió moda y luego dedicó y dedica su vida a crear hermosos sombreros. El protagonista de este cuento que se hizo realidad es el artista británico Stephen Jones.
Rondaba los años 80 cuando comenzó a crear sombreros como becario en la escuela de moda Central Saint Martins de Londres, luego unos años más tarde creó su primera colección y transcurrido otros años más su ¡primer desfile en París!.
El resultado fue éxito internacional y clientela reconocida como la princesa Diana de Gales o Gala Dalí. Además colaboraba en los desfiles de diseñadores reconocidos como Therry Mugler o Jean Paul Gaultier. En definitiva, el sombrerero mágico resurgió la sombrerería británica durante los años ochenta.
Pero no sólo tuvo éxito durante esa época, solamente fue el comienzo de su carrera y actualmente es considerado uno de los mejores diseñadores de sombreros y tocados. A través de ellos cuenta historias de fantasía; y gustan tanto que son llevados por famosas como la cantante Bjork, la modelo Carla Bruni o Madonna. O elegidos por grandes diseñadores como la británica Vivienne Westwood, Rei Kawakubo, Dries Van Noten, Lanvin, Marc Jacobs, John Galliano o Karl Lagerfeld.
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